Se trata de un tratamiento térmico opcional, que proporciona una dureza de la superficie.
Sin embargo, en caso de fuertes cadencias de utilización, tal como en cadenas de montaje, o en caso de desplazamiento rápido (superior a 0,3 m/s) recomendamos este tipo de tratamiento superficial.
Este tratamiento confiere al material una dureza superficial del orden de 35 HRc , equivalente a la dureza de las bolas. La resistencia al desgaste resulta así grandemente mejorada. Su proceso al vacío hace que la penetración sea mayor que con los tratamientos en baño de sales. De ello resulta que el aumento de dureza se aprecie hasta cerca de 0,3 mm de profundidad.